Muchos de vosotros conoceréis esta famosa escultura, si no es por el nombre seguro que si lo veis sabéis de lo que os hablo
Las Alas de México son obra del artista Jorge Marín.
En primer lugar, se instalaron en el paseo de la reforma en la Ciudad de México en el año 2010 y se orig Ciudad de México. También ha recorrido ciudades asiáticas como Shanghái, Guangzhou, Hong Kong y Bangkok además de formar parte de la exhibición Alas de la Ciudad que, en la actualidad, se encuentra en itinerancia por Estados Unidos, donde se ha expuesto en Brownsville, Fort Worth, Dallas, Houston, San Antonio, Denver, Anaheim y Santa Ana.
Se abre así un proyecto a nivel mundial en el que se propone al artista que done su obra a importantes ciudades del mundo para que estas se instalen de forma temporal en la vía pública y así se pueda interactuar con la escultura.
En México son ya un punto de reunión, motivación, alegría, diversión y sobre todo unidad entre los asistentes y la obra del artista.
A grandes rasgos, se trata de una escultura compuesta por dos alas fabricadas en bronce montadas en un marco de acero sobre una plataforma con estructura metálica y cemento con tres escalones.
Fotografías extraídas de la web del artista Jorge Marín
Aquí en nuestro país, las alas llegaron en un primer momento a Madrid en 2018 instalándose en el Parque Norte, en el distrito de Fuencarral – El Pardo, la ubicación se considera adecuada dada la cercanía al corazón financiero de la ciudad y en una estación transitado con un entorno natural que nos ofrece un marco privilegiado para poder disfrutar la obra. El coste aproximado de la escultura es de 232.370 €. Estas están de manera permanente en la ciudad, así que si tienes previsto visitar la ciudad ya tienes un nuevo sitio al que acudir a hacer fotografías chulas.
En España no solo tenemos esas alas en Madrid, algunas otras ciudades han podido disfrutar de ellas durante breves periodos de tiempo, es el caso de Toledo, al que llegaron en 2020 y se instalaron junto a la Puerta de la bisagra, lo que sirvió a la ciudad para atraer a numerosos turistas curiosos que no dudaron en fotografiarse junto a ellas; además la ciudad aprovecho para realizar junto a ellas diversos eventos poniendo así en énfasis la obra y cogiendo valor y cariño por parte de los toledanos. También comentan que en esta ubicación han sido las más fotografiadas del mundo.
Tras su permanencia durante aproximadamente 10 meses (tendrían que haber estado menos, pero por la pandemia las dejaron más tiempo), estas alas viajaron hasta la ciudad de Burgos, donde se encuentran actualmente y coincidiendo con la celebración del VIII centenario del comienzo de la construcción de la catedral no había mejor emplazamiento en la ciudad que la Plaza de Santa Maria, fachada principal de la catedral para abrazar a los ciudadanos y crear una experiencia que va más allá de la estética.
Tras su estancia en la ciudad estimada en seis meses (se instalaron a finales del mes de agosto 2021) pondrán rumbo a la localidad de Aranda de Duero, situada en la provincia de Burgos, al sur, para compartir con ella su capitalidad europea del vino y posteriormente viajarán a la ciudad de Roma.
Con la escultura se reafirman los lazos de amistad y hermanamiento que mantienen unidos a México y España. Las alas son símbolo de universalidad y libertad, resaltando la importancia de la migración y el intercambio cultural que enriquece a las sociedades.
El artista reconoce que las alas no están completas, “esta escultura se concluye cuando la gente la porta, se fotografía e interactúa con ella. Al igual que las ciudades, que cambian y se reconfiguran con el intercambio cultural, estas alas se transforman en cada lugar al que llegan. Mas allá del bronce, traen historias, pensamientos y sueños”.
Jorge Marín
Fotografía realizada por mí. Octubre 2021.
Las alas de México podrían parecer una simple escultura, pero es un gran reclamo turístico para los lugares donde se ubica y si no que se lo pregunten a las ciudades donde están o han estado; todo el mundo quiere una fotografía con ellas, quedar inmortalizado con unas grandes alas, símbolo de libertad es algo digno de una (o muchas fotografías) o es que nunca habéis soñado con tener alas para poder ir a cualquier parte cuando quieras.
El emplazamiento en Burgos es extraordinario y dejan una estampa muy bonita de la catedral, normalmente hay cola para hacerse una foto, todo el mundo quiere la suya y a veces somos muy impacientes y no dejamos que las personas disfruten de la escultura, el entorno y el momento y es realmente una pena. Actualmente, hay muchas personas que solo buscan la foto para subirla a redes sociales y ya esta, pero lo bonito de tener esculturas así es poderlas disfrutar con tiempo y sin prisas, examinando todos sus detalles y eso en días festivos o fines de semana no es posible, una pena.
Creo que es un muy buen reclamo turístico y quizás para algunas ciudades si se instalase de forma permanente generaría una importante corriente turística, pero bueno eso depende del artista y del presupuesto de cada ayuntamiento, ya que no están dispuestos a gastarse ese dinero en ese tipo de cosas (en ocasiones) y dada la importancia de la catedral para la ciudad sería interesante, sobre todo tras la polémica surgida en torno al cambio de puertas de la catedral, un escándalo para la mayoría de los burgaleses, que no vimos con buenos ojos el querer hacer una modificación tan bestia de nuestro símbolo.
Para poneros un poco en situación os cuento brevemente (ya que este post no habla de eso), se quiso cambiar las puertas de la entrada principal de la catedral sustituyéndolas por unas con mucho ego del artista (porque el mismo se había plasmado sobre una de ellas); hubo incluso recogida de firmas en la plataforma change y tirón de orejas de la UNESCO (así brevemente son los que deciden los sitios considerados patrimonio de la humanidad, que ya avisaron que si cometían esa aberración les quitarían el título y la catedral ya no seria patrimonio mundial), así que de momento el proyecto esta paralizado (y esperemos que siga así y no se pongan).
Ah os cuento, como dato curioso, la instalación de esas puertas tendría un coste de 1.200.000 €. Esta cantidad nada tiene que ver como podéis comprobar con la escultura de “Alas de México”.
No obstante, el artista tiene prácticamente listas las puertas y el cabildo catedralicio sigue enfocado en que quitar las puertas es algo reversible y podrían volver a cambiarse, pero no convence ni a expertos ni a lugareños, tiene toda pinta de ser un pelotazo donde algunos sacaran mucha pasta y la perjudicada será la catedral.
Que os parecen las puertas, os gustan más las que están o las nuevas que quieren poner.
¿Has podido fotografías las alas en cualquiera de sus ubicaciones?
¿Qué te han parecido?
Deja tu comentario más abajo.
Conoce el Monasterio de Silos.
Descubre la cuna de Castilla en el Monasterio San Pedro de Arlanza.
Siéntete una estrella de cine en Sad Hill.
Acude a una misa cantada en gregoriano en la Cartuja de Miraflores.
No te pierdas la tumba del Cid en el Monasterio de San Pedro de Cardeña
Déjame un comentario