La Mezquita de Córdoba esconde algunos secretillos, si quieres saber de qué se trata sigue leyendo porque alguno no te lo esperas.
Curiosidades Torre Campanario
La torre campanario de la Mezquita – Catedral, obra de finales del siglo XVI ejecutada por Hernán Ruiz III, se construyó rodeando los restos del primitivo alminar de Abd al-Rahman III del siglo X (de hecho los restos del alminar son visibles en su interior).
La torre estuvo cerrada al público durante los 20 años que duró su restauración y fue reabierta en el año 2014.
Abderramán III se dice que está enterrado donde estaba situado el antiguo alminar.
Curiosidades de la Mezquita.
Pura vanguardia
La mezquita primitiva empezó a erigirse el año 785 en tiempos del príncipe omeya Abderramán I. Durante siglos se impuso la teoría –ahora cuestionada– de que había sido levantada sobre restos romanos y cimientos de una iglesia visigoda. Su realización fue encargada a alarifes y artesanos afamados, algunos incluso llegados desde la lejana Bizancio. Fueron ellos los que inventaron soluciones artísticas como los arcos dobles y los polilobulados que aún siguen maravillando a los arquitectos.
Alminar escondido.
Dicen que el alminar de la mezquita de Córdoba fue el primero que hubo en Occidente y que su diseño sirvió de modelo para el arte califal. La torre-campanario que hoy se admira, se construyó rodeando los restos del primitivo alminar que erigió Abderramán III en el siglo X: algunos vestigios aún son visibles.
La entrada al paraiso
En época musulmana los pórticos que daban acceso a la mezquita eran entradas diáfanas, como queriendo unir el exterior y el interior en un solo tránsito. La Puerta del Perdón (siglo XIV) es la más monumental de las que hoy dan paso al Patio de los Naranjos. Recibió este nombre en época cristiana porque, al parecer, desde ella el obispo dispensaba el perdón a los penitentes y a aquellos fieles que no habían podido pagar el diezmo.
Virgen de los faroles
En un rincón del perímetro externo resulta curioso encontrar una Virgen de los Faroles, que recuerda a la conocida escultura del Cristo de los Faroles de la capital cordobesa. Se trata de una hornacina con escalinata que tiene un retablo de inicios del siglo XIX con una copia de un cuadro de Julio Romero de Torres, enmarcado por once faroles que lo iluminan mágicamente de noche.
El patio que no siempre tuvo naranjos
La construcción del Patio de los Naranjos se inició bajo mandato de Abderramán I y originariamente estaba cubierto de olivos, laureles y cipreses. Era el lugar de las abluciones de los creyentes musulmanes y un pórtico al aire libre donde los fieles oraban, pero también se impartían clases e incluso se realizaban juicios. Hoy han sido sustituidos por un centenar de naranjos unidos por el rumor del agua que corre por las acequias.
Bosque de marmol
Este asombroso monumento se compone de 11 naves longitudinales y 12 transversales formadas por un bosques de 856 columnas (llegó a tener 1003) de mármol, jaspe y granito, unidas por 365 arcos dobles de herradura, inspirados en los acueductos romanos. Las columnas y arcadas, que parecen no sostener nada más que el aire, señalan al infinito en el que mora Dios según los creyentes.
Y en medio de todo, ¡una catedral!
Caminando entre las columnas de repente la mezquita se transforma en catedral. Tras la expulsión de los judíos y musulmanes de la Península, los reyes cristianos usaron la antigua mezquita para el culto hasta que, en el siglo XVI, Carlos V mandó incrustar una catedral cristiana en el corazón de la mezquita.
Mihrab que no mira a La Meca
Los mihrab son concebidos en el rincón más sagrado de la mezquita, aquel consagrado a los rezos, es en ellos donde la decoración se exhibe con más esmero. Una auténtica joya de arte al servicio de la espiritualidad.
En este rincón se guardaba un ejemplar del Corán y desde él el imán dirigía sus plegarias. Su construcción se inspiró en el de la Gran Mezquita de Damasco, aunque, el cordobés está orientado al sur y no a La Meca, como suele ser habitual. Para algunos eso se debe a que en realidad se siguió el trazado del antiguo cardo romano.
El acceso desde la Maxura se realiza pasando bajo un arco, cuya decoración simboliza los rayos solares como cualidad divina. Incluye un texto en árabe dorado sobre fondo azul, donde se alaba a Dios, las obras del templo y a los califas.
Capillas por doquier.
De las casi 40 capillas repartidas por el recinto, las del Sagrario y la de Villaviciosa son las más bellas. La del Sagrario ocupa las tres primeras naves de la ampliación de Almanzor. Por su lado, en la Capilla de Villaviciosa sus elementos más destacados son el lucernario, los arcos y unas arquerías espectaculares.
También destacan la Capilla Real, abierta por el rey Enrique II en la primera mitad del siglo XIV; la de San Bartolomé, donde se guarda la tumba del poeta Luis de Góngora (1561-1627); o las del Rosario y La Epifanía, con leyenda propia que dice que un cautivo cristiano pudo arañar el duro mármol de la columna que se ablandó gracias a la fuerza de su fe formando una cruz. Por último, la extraordinaria Capilla de Santa Teresa, creada en 1697 con planta octogonal y cúpula barroca, alcanza el esplendor místico y estético. En ella se halla el Tesoro Catedralicio, uno de los tres museos que tiene el monumento junto al de San Vicente, con vestigios de una basílica del siglo VI, y el de San Clemente, con restos de la mezquita original.
Carlos V y su famosa frase
Cuando los reyes cristianos se instalaron en Córdoba quedaron admirados por la Mezquita Mayor. En contra de la opinión de obispos y sacertotes, fueron ellos los que insistieron en conservar las bellezas arquitectónicas del recinto. Pero aquel deseo no siempre se respetó. Famosa es la frase que exclamó Carlos V cuando en el siglo XVI vio la transformación de algunas zonas: «habéis destruido lo que era único en el mundo, y habéis puesto en su lugar lo que se puede ver en todas partes».
Propietario de la Mezquita
La propiedad de la Mezquita siempre ha estado ligada al Estado. Así lo comprueban distintos documentos que datan del siglo XIII, y que colocan al Ayuntamiento de Córdoba como “la institución pública más cercana, con la protección y conservación de este edificio de propiedad estatal”, dice el informe. Así que no es propiedad de la iglesia como si sucede con otros templos.
Abderraman III
La torre del campanario se construyó rodeando los restos de Abderramán III en el siglo X. La edificación se llevó a cabo alrededor de los restos del alminar, que aún se puede ver, donde el monarca se encontraba enterrado.
Cementerio de famosos
Se cree que Luis de Góngora podría estar enterrado en la capilla de San Bartolomé y sería vecino para la eternidad de Garcilaso de la Vega y de Pablo Céspedes.
Columna del infierno
Cerca de la columna del cautivo de la uña, hay una columna protegida por una mampara. La gente solía rascar la columna con una moneda y se desprendía un fuerte olor a azufre. La leyenda urbana decía que el soporte habría sido tallado en lo más profundo del infierno. La realidad es que todo se debe a una reacción química.
Franco
Franco, pretendía llevar la Capilla Mayor, el Crucero y el Coro a otra iglesia para devolver la Mezquita a los árabes por su ayuda en la Guerra Civil. La UNESCO, a través de la “Resolución de Córdoba”, impidió el traslado.
La Mezquita en el mundo.
Después de Hiroshima, un monje jesuita japonés pidió semillas de los naranjos del patio de la Mezquita. Con ellas, creó un jardín dedicado a la paz en memoria de las víctimas de la bomba atómica.
Estrella de los deseos
En una esquina de la Mezquita, junto a la calle Torrijos, hay una pequeña estrella. La gente suele pasar delante de ella y tocarla, esperando que le conceda un deseo.
Pasadizo secreto
En la Mezquita hubo un pasadizo elevado que conectaba el recinto con el alcázar Omeya. Se construyó para que el califa pudiera ir a rezar sin ser visto por el pueblo. Fue derribado en el siglo XVII y, en el suelo, se han trazado marcas para mostrar su precisa ubicación.
El Aleph
En una de las columnas estaría tallado el aleph (primera consonante del alfabeto hebreo) y, en esta columna confluiría la energía del Universo. Aún nadie la ha encontrado.
Agua para solteras
La tradición dice que las mujeres solteras que quieran dejar de serlo deben beber agua de la fuente de Santa María, en el Patio de los Naranjos y del caño que está más próximo al olivo.
Cadena de oro
En la Mezquita solía haber una cadena grande de oro colgando del techo. La cadena daba vueltas sobre sí misma. Ahora mismo mide poco y no llega al suelo, como solía hacerlo. Se dice que los obispos que ahí residían la cortaban cada vez que tenían que pagar arreglos, hacer compras, etc.
Imagen que llora
Dentro de las muchas imágenes católicas, hay una misteriosa pintura con el rosto de Jesucristo. Dicen que si se mira fijamente a los ojos, Jesús hará una seña que indica que se le puede pedir un deseo.
Un buey en la catedral
Hay una escultura de un buey junto al púlpito de la Capilla Mayor. Cuenta la leyenda que representa a un hermoso buey blanco que fue utilizado, en tiempos musulmanes, para acarrear las columnas traídas para la obra. Al descargar la última de estas, cayó muerto. El dueño pediría a los constructores que no se olvidaran de su labor y, en su honor, se construiría la famosa escultura.
Podeis verlo en el video de Youtube sobre la Mezquita de Córdoba.
Tunel secreto
Se cree que existe un túnel subterráneo que comunica la ciudad palatina de Medina Azahara con la Mezquita. El túnel aún no ha sido descubierto. Existen sin embargo varios túneles pero no están preparados para el paso de personas.
Piedras Azules
En el Patio de los Naranjos hay unas piedras cuadradas de jaspe azulado. Aunque se creía que era la entrada a algún pasaje secreto, el sitio donde encarcelaban a los cristianos o un cementerio, la realidad es que se trataba de un depósito de agua.
Columna del cautivo
Esta columna tiene una reja que protege la marca de una cruz. Cuenta la leyenda que un joven cristiano que trabajaba en unas huertas se enamoró de una árabe que iba a comprarle flores y frutas. Le pidió que se casara con él y ella le prometió convertirse al cristianismo y acceder a su petición. Sin embargo, la noche que iba a bautizarse, unos soldados la mataron y tiraron su cuerpo al río. Al joven lo capturaron y ataron a una de las columnas de la Mezquita, expuesto a todo el desprecio de la gente. El joven, para no perder su fe durante el cautiverio, creó la cruz con su uña.
Donde dormir
Durante mi estancia en Córdoba, nos alojamos en la ciudad muy cerca del centro y bien comunicado para salir y entrar con el coche.
Yo me aloje en el Hotel Riviera, un modesto hotel bien situado. La habitación era amplia y el baño bastante grande (tenia secador de pelo). Esta ubicado a unos 15 minutos del centro y muy cerca tienes numerosos bares y cafeterías para poder desayunar (te recomiendo las Pastelerías Roldán, hay varias por la ciudad y tienen unas cosas riquísimas), cenar o lo que necesites. Además muy cerca encontramos también unos grandes almacenes de letras verdes.
Mis amigos se alojaron en el Hotel Soho Boutique, un moderno hotel situado un poco más alejado pero de más categoría y mas nuevo y moderno. Esta muy cerca de donde me aloje yo, a unos 8 minutos o así.
Aquí te dejo un cuadro para que busques tu alojamiento de forma fácil, rápida y muy cómoda.
Actividades
En Córdoba y en sus alrededores tienes un montón de lugares que puedes visitar, así que aprovecha el tiempo para realizar alguna excursión o FreeTour por la ciudad. Aquí te dejo algunas propuestas:
¿Qué te ha parecido? ¿Conocías alguna de estas curiosidades? Seguro que más de una te ha sorprendido.
En tu próxima visita a la mezquita, fíjate a ver si ves los detalles mencionados. Tendrás un rato entretenido, incluso si vas con niños puedes organizar juegos al respecto para hacer su visita más amena.
Conoce todos los detalles de la Torre – Campanario de la Mezquita de Córdoba.
Vente a disfrutar de Medina Azahara.
Y aquí os dejo el video que publiqué donde podréis ver la Mezquita de Córdoba, espero que os guste:
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